Riverside: historia y paisajes magníficos en los Balcanes
El Danubio, el río que ha marcado la historia de civilizaciones enteras, atraviesa los Balcanes narrando historias de imperios, culturas y pueblos entrelazados durante siglos. Un crucero de 11 días con Riverside Luxury Cruises a lo largo de este majestuoso cauce es una oportunidad única para descubrir la complejidad y la belleza de una región frecuentemente vista como un enigma.
Partiendo desde Budapest, la capital de Hungría, comienza un viaje a través de paisajes impresionantes, ciudades ricas en historia y tradiciones, y localidades que aún conservan la atmósfera de épocas pasadas. Budapest es la puerta de entrada perfecta para este itinerario. La ciudad es famosa por su imponente y variada arquitectura, que va desde el barroco hasta el neogótico, con símbolos icónicos como el Bastión de los Pescadores y la Iglesia de Matías que dominan la orilla del Danubio. Pero Budapest también es una ciudad para vivir con calma: entre un paseo por el Castillo y una visita a sus numerosos baños termales, es fácil dejarse conquistar por su encanto. Las aguas calientes de los balnearios son una tradición secular y representan un oasis de relajación perfecto tras un largo viaje.
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El segundo día se llega a Mohács, un puerto húngaro de gran valor histórico. Allí se recuerda la célebre Batalla de Mohács, un evento que marcó profundamente la historia de Hungría y dio inicio a un largo período de dominio otomano en la región. Hoy, Mohács es un puerto vibrante que conecta el corazón de Europa, punto de paso tanto para barcos comerciales como de crucero, y custodio de una cultura local muy particular, la de los Busó, un colorido carnaval que celebra el fin del invierno con máscaras y tradiciones ancestrales.
Tras cruzar la frontera, se llega a Serbia, donde la primera parada es Novi Sad. Conocida como ciudad universitaria, Novi Sad es un lugar dinámico y animado, donde siempre parece haber un festival o concierto programado. Los títulos de Capital Europea de la Juventud 2019 y Capital Europea de la Cultura 2022 reflejan bien su espíritu joven y cosmopolita. Imprescindible es la visita a la Fortaleza de Petrovaradin, que ofrece una vista panorámica del Danubio y la ciudad, con su imponente estructura que domina el paisaje circundante.
La siguiente etapa es la capital serbia, Belgrado, que se visita tanto al inicio como al final del crucero, ofreciendo un aperitivo y luego una inmersión más profunda en su historia y cultura. Belgrado es una ciudad de mil facetas, donde pasado y presente se funden en un mosaico de arquitectura, museos y espacios públicos. Su fortaleza es símbolo de su importancia estratégica a lo largo de los siglos, mientras que el Museo Nikola Tesla rinde homenaje a uno de los inventores más grandes de la historia, nacido precisamente en esta región. Quienes disfrutan del descubrimiento a pie o en bicicleta encontrarán muchas oportunidades para explorar sus barrios más auténticos.
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Novi Sad_Riverside_Cruises
Siguiendo el curso del río, se llega a Donji Milanovac, una pequeña ciudad cuya historia está marcada por los desafíos del propio Danubio. El río, a veces impetuoso, ha obligado a la ciudad a trasladarse varias veces a lo largo de los siglos, especialmente tras la construcción de la central hidroeléctrica de las Puertas de Hierro, que modificó el paisaje fluvial. Alrededor, el Parque Nacional de Đerdap ofrece un escenario natural único, rico en bosques y gargantas. Pero el verdadero tesoro arqueológico de la zona es Lepenski Vir, uno de los asentamientos más antiguos de Europa, con restos que testimonian una civilización neolítica avanzada y fascinante, que data de hace 9,000 años.
Al llegar a Bulgaria, la ciudad de Vidin recibe a los visitantes con su fortaleza medieval Baba Vida, que domina el Danubio como un silencioso guardián. Vidin es un cruce de culturas y épocas: restos tracios y romanos se mezclan con imponentes iglesias, palacios otomanos y testimonios de la era socialista. Pasear por sus calles da la sensación de atravesar un libro de historia viva, donde cada edificio cuenta una parte del pasado turbulento y fascinante de la región. Poco más adelante se llega a Giurgiu, en Rumanía, una ciudad que estuvo bajo control otomano durante mucho tiempo. Allí se encuentra la célebre Torre del Reloj, construida en el siglo XVIII como torre de vigilancia y cuya función como reloj público data del siglo XIX. Giurgiu fue también una parada famosa del legendario Orient Express, atrayendo viajeros de toda Europa. Hoy, la ciudad mira al Danubio con un encanto discreto, conectada por un puente a Ruse, en la orilla búlgara.
Vidin
Donji Milanovac_riverside
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Turnu Severin
Ruse, conocida como la “Pequeña Viena”, es otra joya de este crucero. Con su centro elegante y edificios en estilo Belle Époque, la ciudad es un ejemplo perfecto de urbanismo europeo. Aquí se encuentran importantes instituciones culturales como la Ópera y el Palacio de Justicia, además de amplios bulevares y espacios verdes que invitan a largas caminatas junto al río. A pocos kilómetros está Svistov, el punto más al sur alcanzado por el Danubio. Esta ciudad ha sido escenario de numerosos enfrentamientos a lo largo de la historia, desde batallas entre romanos y bárbaros, pasando por conflictos entre austríacos y otomanos, hasta las guerras entre rusos y turcos. Hoy, Svistov es un lugar tranquilo, con callejones pintorescos y un paseo junto al río dominado por la majestuosa Catedral de la Santísima Trinidad, que se alza en la colina más alta.
El último día antes del regreso se dedica a Turnu Severin, ciudad rumana que conserva los restos de la antigua Drobeta, un importante campamento romano. Allí se encuentran los restos del Puente de Trajano, una obra imponente que en el pasado superaba los mil metros de longitud. La ciudad misma es un valioso cofre de historia, donde el pasado antiguo se fusiona con el presente, brindando al viajero una última emoción antes de concluir el viaje.
Este crucero por el Danubio ofrece mucho más que unas simples vacaciones: es un viaje dentro de la historia, entre paisajes vírgenes y ciudades ricas en cultura, que permiten comprender en profundidad la complejidad y riqueza de los Balcanes. Una experiencia ideal para quienes desean ir más allá de la superficie y descubrir las mil facetas de una de las regiones más fascinantes de Europa.
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