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5 de julio de 2025

Riverside Luxury Cruises presenta una nueva colección de cruceros fluviales, donde cada ruta es una invitación a redescubrir Europa desde una perspectiva especial: la del río. El río acompaña a los pasajeros por ciudades famosas y pueblos escondidos, serpentea entre viñedos y castillos, permitiendo un viaje donde la naturaleza, el arte y la cultura se fusionan de manera armoniosa y auténtica. 

Entre las rutas que ofrece Riverside Cruises, destaca la Romantic Rhine Northbound, un viaje a lo largo del Rin desde Basilea hasta Ámsterdam, que combina una variedad de ciudades históricas y paisajes fluviales eternamente bellos. El itinerario se caracteriza por diversas paradas, puertos elegantes y un equilibrio perfecto entre la cultura urbana y la atmósfera natural. 

El viaje comienza en Huningue, una pequeña joya de Alsacia en la triple frontera, y sigue hacia Kehl, la entrada preferida para Estrasburgo. Los primeros días abren un diálogo entre Francia y Alemania, con vislumbres arquitectónicos que unen estilos góticos e influencias barrocas — puentes simbólicos entre mundos aparentemente distantes. 

La navegación continúa hacia el norte, pasando por Speyer y Mannheim, ciudades que cuentan diferentes épocas del mismo río: por un lado, la espiritualidad románica de la antigua catedral imperial; por otro, el alma moderna e industrial reflejada en los rascacielos y museos contemporáneos a la orilla del río. 

Al día siguiente se explora Rüdesheim, con sus empinadas laderas de viñedos, bodegas acogedoras y una atmósfera festiva que anima el centro histórico al ritmo de los vinos locales. La parada en Colonia es imprescindible: la majestuosa catedral domina la ciudad con su imponente arquitectura gótica y es uno de los símbolos más conocidos del recorrido. Aquí, el Rin fluye tranquilo entre puentes de hierro y reflejos urbanos, mientras la vida citadina late en las orillas del río. 

El paisaje cambia al cruzar la frontera entre Alemania y los Países Bajos, llegando a Nimwegen, una de las ciudades más antiguas de los Países Bajos, donde el río se ensancha y la historia romana convive con la atmósfera relajada de los cafés junto al río. 

La parte final del viaje se dedica al descubrimiento de Ámsterdam, una ciudad multifacética, con sus canales sinuosos, mercados vibrantes y fachadas elegantes que cuentan siglos de comercio, arte y espíritu libre. El viaje termina aquí, con el encanto del agua que acompaña al visitante hasta la última mirada. 

Para quienes prefieren elegancia, atmósfera mediterránea y una inmersión intensa en el sur, el South of France Soirée ofrece una experiencia seductora e intensa, centrada en el valle del Ródano. La salida es en Aviñón y el recorrido sigue lentamente hacia el norte, pasando por la Provenza más luminosa y la región vinícola más auténtica de Francia, alternando ciudades artísticas, pueblos de piedra y paisajes moldeados por el sol. 

Ya el primer día, la navegación toca dos lugares emblemáticos de la región: Aviñón, con el famoso Palacio de los Papas y sus imponentes murallas que guardan siglos de historia cultural y eclesiástica; y Arlés, donde la luz reina y la memoria de Van Gogh cobra vida entre ruinas romanas y colores del paisaje. El viaje continúa hacia el delta del Ródano, una zona natural salvaje y sorprendente donde flamencos y caballos blancos pueblan las arenas de la Camarga, ofreciendo un oasis de silencio y belleza original. 

De Tarascón a Châteauneuf-du-Pape, cada parada revela una matiz diferente de la Provenza: pequeños pueblos en la cima de las colinas, mercados perfumados, abadías olvidadas entre viñedos. Las etapas se suceden como una narrativa: Viviers, entre lo medieval y lo barroco; Tain-l’Hermitage, tierra de grandes denominaciones de vino y cruce de la viticultura francesa; hasta la vitalidad cultural de Lyon, punto final y corazón gastronómico del país. 

Lyon marca el fin de esta emocionante ruta, entre luz suave y sabores persistentes. Un viaje que no solo muestra, sino que invita a degustar, escuchar y sumergirse en la esencia más pura del sur de Francia. 

Por último, el Danube Capitals with Hungary National Day Fireworks es una propuesta que explora el lado más auténtico del Danubio húngaro, con una ruta entre Viena y Budapest hasta el sur del país. Un viaje que conecta ciudades imperiales, capitales vibrantes y pequeñas localidades a lo largo del río, ofreciendo una inmersión profunda en la identidad cultural de Europa Central. 

La ruta comienza en Viena, símbolo de sofisticación y poder imperial, donde la tradición de la música austriaca se fusiona con la grandeza de los palacios históricos. Tras unas horas, se llega a Bratislava, una capital compacta pero llena de personalidad, enclavada entre colinas y río, siempre en equilibrio entre el patrimonio medieval y la vitalidad contemporánea. 

La entrada en Hungría aporta historia y naturaleza, con paradas en Esztergom, antigua sede del arzobispado húngaro, y Visegrád, dominada por la fortaleza que vigila las curvas del Danubio. El paisaje aquí se abre y se vuelve espectacular, con bosques y colinas acompañando el lento flujo del río. 

Budapest se revela en toda su gloria: puentes iluminados, cúpulas barrocas y el encanto de los baños termales históricos dan la bienvenida al visitante con una elegancia que une Oriente y Occidente. Pero la ruta no termina aquí: continúa hacia el sur, a Mohács, una ciudad marcada por grandes batallas, y Kalocsa, conocida por su herencia religiosa y por la vibrante tradición de la paprika, que colorea el mercado y la cocina local con un rojo intenso. 

El regreso a Budapest cierra el círculo de un crucero que es, al mismo tiempo, una experiencia cultural y un viaje interior. Cada parada ofrece la oportunidad de releer la historia europea a través del arte, la arquitectura y la vida cotidiana de los lugares visitados, mientras el Danubio, protagonista silencioso, acompaña poéticamente cada momento del viaje. 

Lo que une estas tres rutas, a pesar de la diversidad de paisajes y culturas, es la capacidad de Riverside de ofrecer una experiencia de viaje auténtica, donde el ritmo lento del recorrido permite una vida despreocupada en los lugares — con mirada atenta y sensible. 

Además, la programación cuidadosa de las paradas evita visitas convencionales y prioriza estancias prolongadas en las ciudades más interesantes, incluso después del anochecer, para que los pasajeros puedan vivir los destinos en su verdadera dimensión. 

Ya sea en las luces que iluminan los canales de Ámsterdam, en el aroma de lavanda que invade las noches provenzales o en la música que resuena en los cafés vieneses, cada detalle contribuye a hacer de cada ruta de Riverside una experiencia inolvidable. 

En un verano europeo a menudo lleno y agitado, el río se convierte en el refugio ideal, el hilo narrativo de un viaje íntimo y lleno de significado, donde la belleza no se busca, sino que se encuentra en el camino. 

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Mara Di Dio

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