El resultado es AROYA: un nombre que combina dos palabras árabes, “Ar”, que simboliza árabe (Arabian), y “Roya”, que significa visión, reflejando así la visión árabe y un barco que une la grandiosidad de los cruceros modernos con la profundidad de la cultura árabe. Navegando por el Mar Rojo y ahora aventurándose en el Mediterráneo, AROYA Cruises invita a sus huéspedes a vivir una experiencia de viaje desde un punto de vista únicamente saudí, uno que celebra la tradición, la innovación y la inclusión.
En el centro de este proyecto está Turky Kari, Director Ejecutivo de Marketing en Cruise Saudi. Con experiencia en hospitalidad, comunicación y marketing, Kari combina una mentalidad estratégica con una pasión por el storytelling. Bajo su dirección, la imagen y la voz de AROYA han tomado forma como algo global y al mismo tiempo distintivamente local: una compañía de cruceros que habla de belleza, descubrimiento y orgullo.
Lo entrevistamos para hablar sobre el viaje que AROYA ha realizado hasta ahora, sus orígenes, su evolución y sus ambiciones para los próximos años.
La historia de AROYA comienza dentro de la misión más amplia de Cruise Saudi de introducir los cruceros en el Reino. El enfoque inicial fue construir el ecosistema: puertos, terminales, colaboraciones e infraestructuras necesarias para recibir barcos y viajeros de todo el mundo. Una vez que esas bases estuvieron sólidas, el siguiente paso se volvió inevitable: crear una marca nacional, una línea de cruceros que no solo acogiera visitantes, sino que también expresara la personalidad de Arabia Saudita en el mar.
“Con la expansión de Cruise Saudi”, explica Turky Kari, “nos dimos cuenta de que había un fuerte deseo no solo de hospedar marcas internacionales, sino también de crear una que representara verdaderamente nuestra cultura, nuestra estética y nuestra hospitalidad. Así nació AROYA, como una expresión de nuestra identidad, diseñada para un público global”.
Al principio, el enfoque de AROYA era claro: servir al mercado doméstico y regional, ofreciendo a los viajeros saudíes e internacionales una nueva forma de vivir el mar. “Queríamos darle a nuestra gente algo de lo que pudiera sentirse orgullosa”, dice Kari. “Para muchos, el crucero era un concepto completamente nuevo. Construimos todo desde cero: la experiencia, las expectativas, la relación con el mar”.
Pero esa atención ya se está ampliando. “Lo que nos ha sorprendido”, añade, “es lo rápido que ha crecido el interés internacional. Hoy, en la temporada mediterránea, vemos huéspedes de Europa del Este, Asia Central, GCC, Turquía y más allá, junto con nuestros viajeros saudíes. La identidad de la marca es local en el corazón pero universal en su atractivo. La gente siente curiosidad por nuestra historia, quiere vivir Arabia a través de nuestros ojos”.