Ascension: una isla entre océano, volcanes y naturaleza


En el corazón del Atlántico, a medio camino entre las costas de África y Sudamérica, se alza Ascension Island, una isla volcánica remota, salvaje y poco conocida, pero llena de encanto y sorpresas.

Para quienes participan en cruceros de expedición buscando lugares no convencionales, Ascension representa una parada ideal: al margen de los circuitos turísticos tradicionales, pero cargada de historia, naturaleza y sugestión. Lejos de las rutas trilladas, esta isla es una combinación única de paisajes lunares, biodiversidad marina, fauna endémica y huellas de una presencia humana que ha sabido convivir con condiciones ambientales exigentes.

Ascension Island forma parte del territorio británico de ultramar de Santa Elena, Ascensión y Tristan da Cunha. De origen volcánico, la isla muestra un paisaje dominado por flujos de lava, cráteres extinguidos y costas escarpadas. El clima es seco; las lluvias, escasas; y las fuentes de agua dulce prácticamente ausentes, salvo en algunas zonas montañosas donde la humedad se condensa, generando microclimas más húmedos. El punto más alto es Green Mountain, un pico de unos 850 metros de altitud, que constituye la zona más verde y vegetada de la isla, un verdadero oasis en un contexto principalmente árido. Allí, gracias a proyectos ambientales de larga duración, la vegetación ha crecido con el tiempo, transformando radicalmente un paisaje que antaño era desértico.

La isla fue descubierta por los portugueses a comienzos del siglo XVI y permaneció deshabitada durante siglos. Solo en el siglo XIX se convirtió en una base estratégica para la marina británica, sirviendo como punto de apoyo para las rutas oceánicas y como base logística. Nunca ha sido habitada de forma permanente por población civil en sentido estricto, pero ha albergado personal militar, investigadores, técnicos y operarios de bases aéreas o científicas.

Desde el punto de vista naturalista, Ascension es un auténtico tesoro, especialmente en lo que respecta a la biodiversidad marina. Sus aguas albergan un ecosistema especialmente rico, gracias a su posición geográfica y a las corrientes oceánicas que transportan nutrientes desde distintas profundidades. Se pueden ver bancos de atunes, marlines, peces tropicales, mantarrayas y, con algo de suerte, también delfines y tortugas marinas. Entre ellas, la tortuga verde es la especie más representativa: cada año miles de ejemplares suben a las playas de Ascension para depositar sus huevos, generando uno de los espectáculos naturales más fascinantes de la isla.

La fauna terrestre está dominada por aves marinas. La isla es uno de los lugares más importantes para la nidificación de varias especies, entre ellas gaviotines cenicientos, piqueros, pardelas gigantes y el raro fragata de Ascension (Fregata aquila), una especie endémica que ha vuelto a anidar en la isla principal tras décadas gracias a proyectos de conservación. No faltan otras especies raras y vulnerables, y en muchos casos la visita a la isla ofrece la oportunidad de observar estos animales de cerca, en un entorno poco alterado por el ser humano.

También la flora, aunque limitada, es de interés. En siglos pasados se introdujeron varias especies vegetales exóticas con la intención de favorecer la formación de una cubierta forestal. Esto llevó a la creación de un ecosistema singular, en parte artificial, pero fundamental para la supervivencia de muchas especies locales. Musgos, líquenes, arbustos resistentes al calor y a la sequía se alternan con helechos tropicales y plantas introducidas, sobre todo en la zona de Green Mountain, que también ofrece panoramas espectaculares de toda la isla y del océano circundante.

Ascension Island ofrece numerosas posibilidades de exploración. Las excursiones terrestres incluyen paseos por costas volcánicas, observación de la fauna salvaje, trekking hasta las zonas más altas de la isla y visitas guiadas a sitios históricos. Las playas negras y doradas están entre las más bellas del Atlántico sur; algunas desiertas y sólo golpeadas por el viento, otras frecuentadas por tortugas o colonias de aves. Buceo y snorkel son actividades muy apreciadas, gracias a la transparencia del agua y la variedad de los fondos marinos: se pueden explorar cañones submarinos, formaciones de lava sumergida y acantilados poblados de corales y peces tropicales. La ausencia de turismo masivo hace que la experiencia sea aún más auténtica, con la sensación de encontrarse verdaderamente en un rincón remoto del planeta.

El acceso a Ascension Island está regulado por normativas ambientales muy estrictas. Es una de las mayores zonas marinas protegidas del mundo, creada para preservar la integridad de los ecosistemas marinos y costeros. Las actividades turísticas están limitadas y supervisadas, y cada visita se planifica para minimizar su impacto ambiental. El clima de la isla es tropical oceánico, con temperaturas relativamente estables durante todo el año, pero influenciado por los vientos y la fuerte exposición al océano. Las condiciones meteorológicas pueden cambiar rápidamente, haciendo algunas excursiones exigentes. Sin embargo, precisamente ese aspecto forma parte del encanto de Ascension.

Ascension Island es un destino que deja huella. Lo que podría parecer una simple escala en medio del océano se revela como un lugar rico en contrastes, donde naturaleza intacta, investigación científica y huellas de historia conviven. Es una isla que invita a observar con atención, a comprender la fragilidad de los ecosistemas insulares y a apreciar la belleza de los lugares poco explorados.

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Friederich Rolstad

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