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20 de agosto de 2025

Virgin Voyages, la compañía de cruceros estadounidense, aplica una filosofía centrada en la libertad del pasajero: desde el embarque, la atmósfera se distingue de los cruceros tradicionales. No hay formalidades pesadas; el énfasis está en la relajación y la convivencia. Los pasajeros, llamados “Sailors” (Marineros), son recibidos en un ambiente cálido, ideal para el descanso y el descubrimiento. No hay libretos de viaje ni largas inspecciones, ¡todo es digital y fluido!

Virgin Voyages adopta un enfoque inclusivo, donde cada persona puede vivir el viaje a su propio ritmo. Ya sea que quieran descansar, participar en actividades o explorar los destinos, la libertad está en el centro de la experiencia.

Sus 4 barcos son casi idénticos y concebidos como espacios de vida con un diseño cuidado. Los barcos de la flota, como la Resilient Lady, tienen una capacidad de aproximadamente 2,700 pasajeros, favoreciendo un ambiente íntimo y refinado. El diseño interior combina modernidad y confort, con áreas comunes elegantes y camarotes equipados con tecnología avanzada. Cada camarote cuenta con un balcón privado con una hamaca roja, símbolo distintivo, que invita a relajarse frente al mar. Una tablet en el camarote permite personalizar la iluminación, la temperatura y la atmósfera musical, ofreciendo una experiencia a medida.

La oferta culinaria a bordo es uno de los puntos fuertes de Virgin Voyages. Con más de 20 restaurantes, los pasajeros pueden disfrutar de una variedad de cocinas, desde platos vegetarianos hasta especialidades internacionales. Todas las comidas están incluidas en el precio del crucero, sin costos adicionales, incluso en los restaurantes de especialidades (que generalmente son de pago en otras compañías).

Entre estos restaurantes, “The Wake” ofrece un ambiente chic con carnes de alta calidad, mientras que “Test Kitchen” brinda una experiencia culinaria innovadora (cocina molecular). Cada barco de Virgin cuenta también con numerosos otros restaurantes de especialidades (mexicano gourmet, barbacoa coreana, diner americano e italiano). Las reservas se hacen fácilmente a través de la app móvil de Virgin Voyages, garantizando total flexibilidad. Además de estos restaurantes, el barco está bien equipado para satisfacer otros deseos. Pizza, helados, palomitas, caramelos, sushi, tacos, ramen, hamburguesas, pastelería… también están incluidos en el precio del crucero, y algunos disponibles las 24 horas.

La app móvil de Virgin Voyages es una herramienta esencial para los pasajeros. Permite consultar el programa diario, reservar restaurantes y actividades, y controlar los gastos a bordo. Antes de la partida, facilita el check-in y ofrece créditos para excursiones o spa, mejorando así la experiencia global.

En cuanto al entretenimiento, Virgin Voyages se distingue de otras compañías. A bordo todo está pensado para sorprender y deleitar a los pasajeros. Espectáculos inmersivos y participativos, noches temáticas e instalaciones únicas marcan la vida a bordo. El evento imperdible es la “Scarlet Night”, la noche emblemática de Virgin, que transforma el barco en una fiesta vibrante. Además de la Scarlet Night, la Pyjama Party es otra fiesta que se celebra en cada crucero Virgin la primera noche, después de la Sailaway Party. El barco mismo está muy bien equipado, con un spa (de pago), clases de fitness, un salón de tatuajes (de pago) y una discoteca de dos pisos.

La particularidad de Virgin también se refleja en el sistema de bebidas a bordo. De hecho, la compañía no ofrece paquetes de bebidas. Todas las bebidas sin alcohol (excepto el café) están incluidas en el precio del crucero. En cambio, para las bebidas alcohólicas hay que pagar aparte. Virgin sí ofrece paquetes de crédito para bebidas con precios decrecientes.

Virgin Voyages se distingue también por su enfoque “Always Included Luxury” (Lujo Siempre Incluido), que ofrece un valor añadido de más de 1,000 dólares por viaje. Los pasajeros disfrutan de comidas incluidas, clases de fitness, espectáculos, Wi-Fi, bebidas sin alcohol y propinas incluidas en el precio del crucero.

La flota de Virgin Voyages incluye cuatro barcos: Scarlet Lady, Valiant Lady, Resilient Lady y la más nueva Brilliant Lady, lanzada en 2025. Cada barco está diseñado para ofrecer una experiencia que combina lujo, confort y respeto por el medio ambiente. La compañía también está comprometida con una política eco-responsable.

Los itinerarios de Virgin Voyages generalmente incluyen paradas en ciudades de moda del Mediterráneo y el Caribe. Los pasajeros pueden explorar estos lugares a su antojo. La compañía ofrece cruceros con salidas desde puertos como Miami, Barcelona y Atenas.

Para mi crucero de posicionamiento de la Resilient Lady entre Barcelona y El Pireo en Atenas, partí del puerto de Civitavecchia el 29 de abril de 2025. Tras un embarque muy rápido, el personal a bordo me entregó la pulsera Virgin (equivalente a la tarjeta de crucero de las compañías clásicas) y me mostró el video de seguridad en una tablet cerca de la recepción.

Luego fui a mi camarote, un camarote de categoría Sea Terrace. Está muy bien equipado y es moderno: cuenta con una tablet táctil para controlar temperatura, luces, TV, cortinas, etc. La decoración es sobria y chic, y el balcón tiene una hamaca roja, símbolo Virgin para los camarotes con balcón. Aproveché para descubrir la app Virgin Voyages, que durante todo el crucero me permitiría reservar restaurantes y algunas actividades.

Esa noche el programa ya estaba completo: cené en uno de los numerosos restaurantes de especialidades del barco (todos incluidos en el precio del crucero), el Razzle Dazzle. Tras una excelente comida, fui a la Scarlet Night, una noche única en su género que solo se encuentra en los barcos Virgin. Pasajeros, tripulación y decoraciones se visten de rojo, y varias fiestas se celebran hasta altas horas de la noche. El momento culminante fue sin duda el pool party a las 23 h, ¡un evento increíble para vivir! Justo el tipo de noche que no podría ocurrir en un barco con niños (Virgin Voyages ofrece cruceros reservados exclusivamente para adultos). Después de esta primera intensa noche a bordo, me fui a dormir mientras el barco continuaba hacia La Valeta (Malta), que alcanzaríamos después de un día de navegación.

El segundo día fue de navegación. Aproveché esta jornada en alta mar para familiarizarme con el barco que, aunque aloja un máximo de 2,700 pasajeros, es bastante grande. Descubrí el concepto de Food Court, una zona que sustituye al buffet clásico presente en otras compañías. Se trata de un área compuesta por muchos pequeños puestos con comida de todo tipo (hamburguesas, sushi, ensaladas, pastelería, ramen, tacos, etc.) de altísima calidad. La comida en el food court, como la ofrecida en todo el barco, es de excelente calidad y el servicio es increíblemente fluido.

Mi descubrimiento continuó con los espacios exteriores del barco, bastante bien organizados. Excepto que el barco tiene solo una piscina, las cubiertas exteriores no están abarrotadas, incluso durante los días de navegación. Por la tarde decidí tomar un cóctel en el bar de la piscina. Pagué 9 dólares, porque en los barcos Virgin no existen paquetes de bebidas. Para consumir alcohol se paga aparte, pero para las bebidas sin alcohol (jugos, refrescos, agua, etc.) todo está incluido como mencioné. Sin embargo, existen paquetes para preordenar antes de la salida, que ofrecen un crédito adicional decreciente; por ejemplo, pagando 300 €, se obtienen 400 € para gastar en bebidas a bordo.

En cuanto al entretenimiento, durante el día en el mar se ofrecieron diversas actividades: clases de gimnasia, espectáculos de un solo artista, shows de drag queens y concursos ¡imperdibles! Tras una excelente cena en el restaurante mexicano gourmet “Pink Agave”, también incluido en el precio del crucero, fui a las salas de karaoke. Por la módica cifra de 0 €, se pueden reservar pequeñas salas de karaoke solos, en pareja, en familia o con amigos. El repertorio es muy amplio, con miles de canciones en inglés, francés, italiano, español, etc., disponibles en una tablet. ¡Solo queda divertirse!

Al día siguiente, el barco llegó al puerto de La Valeta (Malta). Virgin organizó un servicio de traslado gratuito para conectar el barco con el centro de la ciudad. Aproveché el día para pasear por mi cuenta por las calles de esta magnífica ciudad. Tras algunas horas caminando, volví a bordo y fui al Social Club a tomar palomitas y caramelos (también sin coste adicional). Este bar también ofrece hot dogs, una selección de bebidas, juegos de mesa y juegos arcade (siempre incluidos…).

Esa noche cené en el restaurante molecular del barco, el “Test Kitchen”. Como todos los restaurantes, no tenía ningún coste adicional. Disfruté de una cocina muy original y sabrosa (por ejemplo, un filete de res con salsa de chocolate). Después de la cena fui a la discoteca de dos pisos “The Manor” para cerrar la noche con música latinoamericana.

El día siguiente me esperaba otra jornada en el mar, esta vez rumbo a Mykonos. Aproveché para probar otras cosas incluidas en el precio del crucero como pizzas, helados y poké bowls. El veredicto: helados un poco artificiales, pero todo lo demás aprobado con nota alta. La noche comenzó con un aperitivo al atardecer, seguido de una cena en el restaurante steakhouse “The Wake“, especializado en carnes excepcionales. Luego fui a The Manor para la fiesta de baile con música de los años 60, 70 y 80, con varios eventos propuestos por los artistas a bordo.

Al día siguiente, en Mykonos, exploré esta espléndida ciudad con encanto y atmósfera 100 % griega, antes de volver a bordo temprano en la tarde para disfrutar del sol (y de algunas exquisitas pastelerías, lo admito). Ya era hora de hacer las maletas, porque esa noche sería la última a bordo de la Resilient Lady. Pero no me desanimé y decidí disfrutar cada momento hasta el final.

Esa noche cené en el “Extra Virgin”, un restaurante inspirado en Italia con excelentes especialidades. Luego asistí a un espectáculo magnífico en el teatro del barco. Era un show en el que el público estaba de pie en una especie de foso de concierto, mientras los artistas se presentaban a su alrededor sobre varios elementos escénicos especialmente montados. ¡Un espectáculo realmente sorprendente y envolvente!

El crucero terminó con la llegada al puerto de El Pireo, cerca de Atenas. Los procedimientos de desembarque fueron fluidos y rápidos, exactamente como en el embarque.

En conclusión, viví una experiencia extraordinaria durante este crucero, que es completamente diferente a un crucero tradicional. Es un estilo que no puede gustar a todos, pero que otros adorarán. Un crucero Virgin cuesta, en promedio, más que un crucero con compañías como Costa o MSC, pero a bordo no tendrás que pagar nada extra y podrás disfrutar de calidad premium en todos los aspectos. Virgin Voyages redefine la experiencia del crucero proponiendo un concepto exclusivo para adultos, que une lujo, modernidad y libertad. Para quienes buscan un crucero diferente, enfocado en el bienestar y el descubrimiento, Virgin Voyages se impone como una opción imprescindible. ¡Si pudiera hacerlo de nuevo, lo haría sin dudar!

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Antonin Berdin

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