Caribe en yate: el año nuevo con lujo junto a Emerald


Para quienes desean iniciar el año nuevo con belleza, lejos del frío y de la rutina diaria, Emerald Cruises propone una experiencia única y refinada: un itinerario de 15 días explorando el Caribe a bordo de un yate de lujo.

Enero y febrero se convierten así en la oportunidad perfecta para sumergirse en paisajes de postal, entre playas de arena blanca, aguas cristalinas, cultura local auténtica y momentos de puro relax. La salida está prevista desde San Juan, la vibrante capital de Puerto Rico, donde los huéspedes son recibidos y acompañados a bordo del elegante yate de Emerald Cruises. Aquí comienza un viaje pensado para quienes buscan el máximo confort combinado con el descubrimiento de lugares auténticos y frecuentemente alejados de las rutas turísticas más concurridas.

La primera parada es la isla de Culebra, conocida por su naturaleza virgen, sus playas blancas y los fondos marinos llenos de vida. Tras un tiempo libre en Flamenco Beach, se continúa hacia Vieques, donde el pueblo de Esperanza da la bienvenida a los visitantes con su ambiente relajado y un animado malecón. Para quienes desean vivir una experiencia verdaderamente única, es posible participar en una excursión nocturna en kayak a la famosa Bahía Bioluminiscente de Mosquito Bay, donde el agua se ilumina con cada movimiento, creando un efecto mágico. El viaje prosigue hacia la isla de St. John, corazón verde de las Islas Vírgenes Americanas. Allí se puede elegir entre una visita cultural a las ruinas de la plantación Annaberg o una caminata por el Parque Nacional que culmina en una cala escondida, donde nadar en aguas turquesas o descansar sobre arena blanca. La siguiente etapa es Jost Van Dyke, la más pequeña de las Islas Vírgenes Británicas, donde la experiencia se enriquece con un almuerzo tipo barbacoa en la playa, acompañado por música en vivo de una banda local que hace que el ambiente sea aún más envolvente.

En Philipsburg, en la isla de Saint Maarten, el viaje toma un giro más urbano, brindando a los huéspedes la posibilidad de explorar el encuentro entre la cultura holandesa y la francesa. Una excursión opcional permite cruzar la isla y descubrir su historia, arquitectura colonial, mercados locales y la vivacidad de sus dos capitales, Philipsburg y Marigot. Al día siguiente, la navegación atraca en Gustavia, en la elegante isla de Saint-Barthélemy. Entre boutiques de alta moda, restaurantes gourmet y paisajes de ensueño, se respira un lujo discreto, nunca ostentoso. Allí se puede explorar la isla en catamarán, hacer snorkel en las aguas cristalinas de Colombier Bay o simplemente pasear por las cuidadas calles del centro.

Montserrat representa una parada de fuerte impacto emocional. Esta isla poco conocida fue profundamente marcada por las erupciones del volcán Soufrière Hills en los años noventa, que destruyeron la capital Plymouth. Una excursión al Montserrat Volcano Observatory y a la ciudad enterrada ofrece una mirada sugestiva sobre una de las historias de resiliencia más fascinantes del Caribe. El viaje continúa luego con una escala en Antigua, donde los huéspedes disponen de tiempo libre para explorar Saint John’s, antes de zarpar hacia Barbuda, conocida por su playa de arena rosada y por albergar el santuario de fragatas más grande del mundo. Una excursión incluye la visita a Martello Tower, a pueblos locales y a Two Foot Bay, con vistas impresionantes al océano y cuevas históricas con grabados rupestres.

El itinerario toca después las Îles des Saintes, un archipiélago francés donde cultura caribeña y atmósfera europea se funden en perfecta armonía. En Deshaies, en Guadalupe, es posible visitar el jardín botánico, un oasis exuberante donde colores y aromas tropicales encantan los sentidos. Tras una segunda escala en Saint-Barthélemy, el viaje sigue hacia Virgin Gorda, célebre por su maravilla natural llamada “The Baths”, una formación rocosa única que crea piscinas naturales y cuevas para explorar a pie o nadando. El día concluye en Norman Island, una de las islas que se dice inspiraron la novela “La Isla del Tesoro” de Robert Louis Stevenson. El último día del viaje se dedica al relax absoluto: Norman Island, deshabitada y rodeada de aguas límpidas, es el lugar perfecto para disfrutar del mar, usar los deportes acuáticos disponibles a bordo o simplemente nadar y tomar el sol.

Emerald Cruises propone este itinerario no solo como una escapada invernal del clima frío, sino como una verdadera experiencia de descubrimiento cultural y natural, sin renunciar al confort y la elegancia. Los espacios a bordo del yate están cuidados hasta el más mínimo detalle, el servicio es personalizado y el ambiente íntimo y relajado. Cada jornada ha sido pensada para ofrecer el equilibrio justo entre excursiones estimulantes y momentos de bienestar total. El itinerario incluye islas conocidas y destinos poco descubiertos, permitiendo vivir el Caribe desde una perspectiva auténtica y fascinante.

No pierdas novedades, actualizaciones y reseñas de Emerald Cruises en Cruising Journal, con fotos, vídeos y cruceros en oferta.

Giorgia Lombardo

Comentarios