Viajes de expedición con Quark Expeditions


Lars Wikander y Mike McDowell, cofundadores de Quark Expeditions, llevaron al primer grupo de viajeros comerciales al Polo Norte en 1991. Aquella expedición inaugural y revolucionaria -el primer tránsito turístico del Paso del Nordeste- sentó las bases que convertirían a Quark Expeditions en una de las principales empresas de exploración polar.

La empresa opera desde entonces, llevando a los viajeros en expediciones polares a zonas remotas del Ártico y el Antártico donde nadie más ha llegado. Desde aquel viaje de 1991 de Quark Expeditions a bordo del rompehielos de propulsión nuclear Sovetskiy Soyuz, la gama de itinerarios de crucero ha evolucionado enormemente.

A los nuevos barcos se unen ahora la profesionalidad y los conocimientos de un equipo experimentado que es realmente capaz de ofrecer algo único al crucero. Un crucero que se convierte realmente en un viaje de descubrimiento, una verdadera aventura, si bien a bordo de barcos modernos y confortables.

De los kayaks a las zodiacs, pero también los helicópteros e incluso los globos aerostáticos representan la prolongación de esas embarcaciones, para llegar a lugares únicos y mágicos que se descubren una vez en la vida. Entornos extremos, donde la capacidad de adaptación es fundamental y que la filosofía de Quark Expeditions adopta plenamente, recordándonos que no solo lo inesperado es absolutamente esperado, sino también bienvenido, ya que puede ofrecer nuevos estímulos a una aventura ya de por sí inolvidable.

A pesar de contar con buques modernos, el objetivo de Quark Expeditions es llevar a los huéspedes fuera del barco y a los paisajes polares tan a menudo como sea posible. Por ello, la planificación de las excursiones sigue el concepto de mostrar tantos paisajes como sea posible, combinando experiencias como el estudio de la flora y la fauna, tanto a bordo como en tierra.

Para comprender mejor el servicio y la filosofía de Quark Expeditions, recientemente subimos a bordo de Ultramarine, el barco más nuevo y moderno de la flota. Clase polar PC6, 199 huéspedes, atendidos por una tripulación de nada menos que 140 personas. Todo lo necesario para disfrutar de una pequeña isla de confort y relax entre intensas excursiones.

Ultramarine tiene unos interiores que aportan una atmósfera elegante y moderna de gran relajación, al tiempo que ofrecen un ambiente absolutamente informal donde uno puede sentirse a gusto en cualquier momento del día. Lo que más nos ha impresionado, en un barco de estas características, es la amplitud de los camarotes y suites, todos ellos extremadamente luminosos y acogedores. Un espacio que se disfruta con gran placer, para recargar las pilas para la próxima excursión, con unos impresionantes panoramas siempre a la vista y todas las comodidades de una suite moderna. El Spa también es muy bonito y espacioso, con una sauna de la que no querrás salir nunca, donde podrás relajarte mientras observas el entorno exterior desde una maravillosa ventana. Ultramarine también cuenta con dos helicópteros y una flota de 20 zodiacs que permiten un desembarco rápido en cada puerto de escala, lo que proporciona a los huéspedes comodidad incluso en los rincones más remotos del planeta.

Junto con los otros dos barcos de la flota, el histórico Ocean Adventurer y el más reciente World Explorer, Quark Expeditions nos ofreció una experiencia en la que la excelente cocina, los espacios acogedores y la amabilidad del personal parecen marcar realmente la diferencia. Combinados con los extraordinarios itinerarios y el ambiente familiar que se respira a bordo, esta compañía de cruceros especializada en viajes de expedición es una de las más interesantes del sector.

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Gabriele Bassi

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