Diversión y relax a bordo del Msc Splendida (Parte 1)


Bienvenido a bordo de Msc Splendida, ¡estás listo para vivir otra experiencia en un crucero!

¡Es mi segunda vez a bordo de Msc Splendida y debo decir que fue una reconfirmación! Me encanta la clase fantasia, no es que no me gusten los barcos de última generación, pero esta clase me parece la mejor de todas, ¡la encuentro más íntima, elegante y la diversión siempre está garantizada!

Este fue el primer crucero post-Covid que volvió a la normalidad, lo único que se mantuvo fue el hisopado previo al embarque que debía realizarse en las 48 horas previas, a diferencia de Msc Grandiosa realizado en el momento álgido de la pandemia, donde había diferentes obligaciones y menos actividades disponibles a bordo.

Tras una angustiosa espera y un hisopado afortunadamente negativo, ¡aquí estoy en Civitavecchia lista para embarcar en el Splendida! La emoción es siempre la misma, a pesar de los diferentes cruceros en los que he estado en el pasado, mi corazón late, mi sonrisa es máxima y ¡mi estado de ánimo es como el de una niña que ve su juguete favorito!

El embarque

Cuando llegué al puerto de Civitavecchia, una lanzadera gratuita me llevó hasta el barco. En mi boleto de crucero la hora de embarque estaba marcada para la 1 de la tarde, pero llegué temprano a la terminal y enseguida empezamos con los trámites de embarque. Entregué las maletas, controlaron rápidamente los documentos esenciales como el DNI, el ‘green pass’, el hisopado negativo y el boleto de crucero y después pasé a la fase de facturación propiamente dicha, ¡que fue realmente rápida! Después de tomarme la foto de identificación y recibir la cruise card, me invitaron a ir al barco donde encontré una fantástica bienvenida, cócteles de bienvenida, música y ¡muchas caras sonrientes!

A las 11 de la mañana ya estaba a bordo, ¡lo máximo! Me habían dicho que el camarote estaría listo a la 1 de la tarde, pero tenía mucha curiosidad, así que fui a la cubierta 8 y, para mi sorpresa, ¡ya estaba listo!

Mi camarote

Mi camarote era el 8122 con balcón y vistas parciales, una vez que entras en él el olor a limpio te envuelve. Era muy espacioso, luminoso y colorido. Los armarios también eran muy amplios y el minibar estaba bien surtido. La vista estaba “obstruida” por los botes salvavidas de la cubierta de abajo, era el primer camarote con vista obstruida pero debo decir que no era muy molesto. Sobre la cama encontré una carta de bienvenida como socio, el daily program y toallas para la piscina. El único defecto del camarote eran los enchufes usb que no funcionaban correctamente. Por otro lado, el camarero era muy agradable y ordenado, el camarote lo limpiaba y ordenaba dos veces al día, ¡limpieza impecable!

Esperé en el camarote mi equipaje, que me lo entregaron después del almuerzo, seguidamente fui a la piscina a esperar la comida. ¡Justo en la piscina central estaban los juegos de animación y no había tanta gente porque muchos estaban de excursión en Roma! Pude llevar un traje de baño en mi bolso y ¡aprovechar finalmente de esa tranquilidad!

El bufé Bora Bora

Llegó la hora de almorzar y me apresuré a ir al bufé Bora Bora, situado junto a la piscina exterior de la cubierta 14.

Me pareció normal y cumplió las expectativas creadas por experiencias anteriores. El bufé ha vuelto a la normalidad, así que ahora vuelves a servirte tus propios platos. La comida era buena y variada, los primeros platos no me parecieron excelentes pues eran un poco insípidos. En cambio, la pizza estuvo exquisita, ¡y la puedes encontrar casi todo el día! Ahora hablemos de los horarios del bufé.

El Bora Bora buffet estaba abierto desde las 6 a las 11 de la mañana para el desayuno, desde las 12 a las 16 para el almuerzo, incluyendo la zona de parrilla, desde las 16 a las 17 para la merienda, desde las 19 a las 21 horas para la cena. Mientras el puesto de pizzas estuvo abierto desde las 12 de la mañana hasta la 1 de la madrugada, perdí la cuenta del número de porciones de pizza que comí ¡(y a mi regreso la báscula lo confirmó)!

Pero la oferta culinaria gratuita no se detuvo ahí, porque también estaba la plazoleta de la cubierta 6 abierta por la mañana con desayunos, pero también desde las 12 del mediodía hasta la 1 de la madrugada con dulces y aperitivos salados.

Una vez acomodado el equipaje en el camarote, pasé una tarde de relax en la piscina, entre sol, juegos y baile, sin olvidar el importante simulacro de emergencia que tuvo lugar en el teatro, creo que los simulacros de emergencia necesitan una revisión, deberían organizarse de otra manera y ser menos aburridos. Después de la cena tuvo lugar la velada Luna Park, una nueva velada, nunca vista antes en un crucero Msc, en la que el equipo de animación creó un auténtico parque de atracciones disponiendo varias estaciones de juego en la cubierta de la piscina, mientras se podía bailar al son de la música de un grupo en vivo. ¡Muy bonito!

Obviamente, mi experiencia a bordo no terminó aquí, ¡todavía tengo muchas cosas por contar pero no quiero entretenerte demasiado! ¡Así que te espero la semana que viene para descubrir cómo transcurrieron mis vacaciones a bordo de Msc Splendida!

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Giorgia Lombardo

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