Scenic Eclipse II: Descubriendo la Costa de Kimberley
Si hay un lugar en la Tierra donde la naturaleza salvaje aún reina soberana, ese es la Costa de Kimberley, en el extremo noroeste de Australia. Allí, entre paisajes primitivos, arte rupestre aborigen, arrecifes de coral, cascadas monumentales y atardeceres ardientes, el Scenic Eclipse II acompaña a sus huéspedes en una aventura irrepetible de lujo seis estrellas. Una experiencia que combina el confort más sofisticado con el encanto más puro de la exploración.
El crucero comienza en Broome, una encantadora localidad costera donde el rojo intenso del desierto de Pindan se funde con el azul profundo del Océano Índico. Desde allí comienza la travesía a bordo del Scenic Eclipse II, un yate de expedición de ultra lujo diseñado para alcanzar los rincones más remotos del planeta con el máximo confort y elegancia. Tras recibir la cálida bienvenida de la tripulación, los huéspedes son acompañados a sus amplias suites con terraza privada. Un mayordomo personal se encarga de deshacer el equipaje y presentar el exclusivo menú de almohadas. Con diez propuestas gastronómicas, ocho bares y salones, un teatro de última generación y el área de bienestar Senses Spa, el propio barco se convierte en una parte imprescindible de la experiencia de viaje.
Scenic Eclipse II exterior
Scenic Eclipse deck in Kimberley, WA
El segundo día, la navegación por la espectacular costa de Kimberley conduce al remoto archipiélago Buccaneer, una extraordinaria extensión de más de mil islas esculpidas por algunas de las mareas más altas del mundo. Aquí, la naturaleza ofrece un espectáculo único, entre remolinos de agua y las célebres Horizontal Falls, descritas por Sir David Attenborough como “una de las maravillas naturales más grandes del mundo”.
El tercer día está completamente dedicado a las impresionantes Horizontal Falls de Talbot Bay, un fenómeno natural único generado por una formación geológica singular y las potentes mareas regionales. Los huéspedes exploran esta maravilla a bordo de Zodiacs, completamente inmersos en un entorno espectacular y salvaje. Al finalizar el día, pueden relajarse en la Vitality Pool situada en la Sky Deck del Scenic Eclipse II, contemplando el horizonte que se pierde en las vastas y vírgenes tierras del norte australiano.
El día siguiente está dedicado a otra joya natural: Montgomery Reef, el mayor arrecife de coral costero del mundo. Este ecosistema dinámico ofrece un espectáculo fascinante durante los cambios de marea, cuando los corales duros y blandos emergen y se sumergen creando un paisaje cambiante, suspendido entre el cielo y el mar.
El quinto día, el Scenic Eclipse II llega a Careening Bay, un lugar cargado de historia donde, en 1820, el explorador Phillip Parker King reparó su barco, el HMC Mermaid. El acontecimiento aún se conmemora con una inscripción en un majestuoso boab solitario que se alza en la bahía, visible para quienes se aventuran en tierra. El día comienza con calma y armonía: los huéspedes pueden participar en una clase de yoga en la playa o relajarse en el bar temporal montado por el personal. Luego, la exploración continúa en Zodiac alrededor de Glauert Island, entre manglares exuberantes y playas vírgenes, donde no es raro avistar tortugas marinas verdes. La navegación prosigue en Port Nelson, donde las cámaras capturan aguas cristalinas que serpentean entre acantilados de arenisca y basalto, creando paisajes primitivos dignos de ser inmortalizados.
Scenic helicopter flying over Mitchell Falls, Kimberley
Boab trees in Kimberley, Western Australia
El sexto día, la nave llega a Prince Frederick Harbour, puerta de entrada al majestuoso Hunter River. En esta remota región salvaje, se despliega un paisaje impresionante: escarpados altiplanos, bosques monzónicos y las espectaculares Mitchell Falls, una cascada de cuatro niveles tallada a lo largo de los milenios. La puesta del sol, contemplada desde la cubierta con un cóctel en la mano, se convierte en un momento inolvidable de pura maravilla ante la fuerza de la naturaleza.
El séptimo día, la exploración lleva a Swift Bay, donde se pueden admirar dos extraordinarios ejemplos de arte rupestre aborigen: las figuras Gwion-gwion, estilizadas y dinámicas, y las imponentes representaciones Wandjina, vinculadas a la espiritualidad y a los mitos del “Tiempo del Sueño”. Una rara oportunidad de conectarse directamente con la cultura viva más antigua del planeta.
El octavo día, el Scenic Eclipse II alcanza Ashmore Reef, el parque marino más remoto de Australia. Aunque no está permitido desembarcar por motivos de protección ambiental, los huéspedes pueden disfrutar de la vista de este santuario natural de 583 km² desde la nave, o participar en una expedición de observación de aves desde la cubierta, guiada por el Discovery Team. Para quienes prefieren una jornada más relajada, están disponibles las numerosas áreas de bienestar del barco: desde el Senses Spa con tratamientos exclusivos hasta sesiones de yoga o pilates, o la exploración de los elegantes espacios comunes. Por la noche, el relax continúa con una degustación de vinos seleccionados o una copa de uno de los 130 whiskies añejos servidos en el refinado Scenic Lounge Bar.
El noveno día conduce a la remota Vansittart Bay, un lugar lleno de historia y encanto, donde se encuentra el resto perfectamente conservado de un Douglas C‑53 de la Segunda Guerra Mundial. Gracias al sistema de posicionamiento dinámico por GPS, el Scenic Eclipse II puede mantener su ubicación sin necesidad de anclar, preservando así los delicados fondos marinos. La exploración permite a los huéspedes sumergirse en un paisaje intacto de gran relevancia cultural.
Scenic helicopter flying over Prince Frederick Harbour, WA
The Kimberley Region, Australia
El décimo día está dedicado al impresionante río King George, que serpentea entre profundas gargantas y paredes rocosas hasta desembocar en las imponentes King George Falls, las cascadas gemelas más altas de Australia Occidental, con un salto de más de 80 metros. Gracias a su diseño elegante y su maniobrabilidad, solo unos pocos yates como el Scenic Eclipse II pueden acceder a este entorno remoto. La navegación por el río es una experiencia envolvente entre cañones silenciosos habitados por águilas pescadoras, garzas y martines pescadores, que realzan aún más la magia del lugar.
El viaje concluye el undécimo día con el desembarco en Darwin. Este itinerario es mucho más que un crucero: es una inmersión en los ritmos ancestrales de la naturaleza, en la milenaria cultura aborigen y en el placer de una exploración sofisticada. Una experiencia que enriquece el alma, estimula los sentidos y queda grabada para siempre en el corazón.
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