Diez tips para no engordar en los cruceros


Cuando vamos de vacaciones siempre estamos dispuestos a forzar un poco más la máquina, cometer abusos, y a fin de cuentas olvidarnos un poco de las limitaciones que nos impone la dieta diaria. Las calorías pasar a un segundo plano.

Siempre nos repetimos: ¡Qué diablos; estamos de vacaciones¡. Un barco es una forma fantástica de viajar, relajarnos, disfrutar y en donde la gastronomía suele ser especialmente buena, aunque sea en las navieras generalistas. Sin embargo la sucesión de comidas y bebidas y la ingesta calórica suele ser elevada lo que produce, que por media, regresemos con exceso de equipaje: habitualmente un par de kilos, como mínimo. No digo que tengamos que sacrificarnos, pero es posible disfrutar plenamente de nuestras vacaciones, sin regresar a casa con sobrepeso.

El sentido de este artículo no es que os olvidéis de todas las exquisiteces, que os presentan sino que razonablemente, aprendáis a disfrutar sin ganar peso. Esbozo 10 recomendaciones básicas para mantenerte en tu peso en tu crucero.

1) La sal ese terrible elemento. No es que la sal engorde en sí, pero habitualmente es un condimento que sazona en exceso toda la gastronomía de los barcos. Hay varias leyendas urbanas, por las que se utiliza sin limitaciones: una de ellas es que la cocina de los grandes barcos suele ser bastante industrial, no es preparada al minuto, y se juega con procesos de congelación y descongelación, microondas, grandes cantidades y preparaciones con antelación de varias horas, lo que hace que los ingredientes, aunque sean de buena calidad no lleguen en un estado óptimo a la mesa.

Sino disfrazamos gran parte de los ingredientes con sal, salsas, y demás condimentos, el plato suele ser insulso. La sal retiene líquidos y consecuentemente engorda, pero hay otra razón importante. Cuanta más sal se le añada a la comida, más sed tendrás. Una gran parte de los cruceros no tienen las bebidas incluidas, con lo cual implica que siempre estarás más dispuesto a pedir más bebidas, y que la compañía haga caja. Solicita platos bajos en sal,  y con elaboraciones poco complicadas. Tu organismo lo agradecerá.

2) El alcohol es otro punto que incrementa bastante el peso en un crucero. No se trata, de no probar absolutamente nada pero si de controlar su consumo. No se prive de los vinos a la comida, pero intenté pasar con media copa, e impida que el camarero le llene su copa una y otra vez.

No piense que los cócteles sin alcohol pueden hacernos guardar la línea. No; en absoluto, si no llevan alcohol estarán cargados de siropes azúcares zumos artificiales de frutas que a la postre son perjudiciales. Es mucho mejor una copa de champán, de buen vino o cerveza sin alcohol, que los inmensos cócteles con colores llamativos, que esconden grandes cantidades de azúcar.

3) El mito de los postres sin azúcar. Puede que sean adecuados para los diabéticos porque no tiene azúcar. Pero no se engañe; lo que engorda en el postre no es solamente el azúcar, sino que la harina, cremas y mantequillas que hacen que los postres sin azúcar, sean auténticas bombas calóricas. No se trata de dejar de tomar dulces, pero si de dosificarlos y sobre todo intentar pedir algunos que sean pequeños, o en pequeñas cantidades. Intente tomarlos solamente una vez al día, y sustitúyalos, en las otras comidas por sorbetes yogures, fruta y otros postres más livianos como las gelatinas.

4) Calorías muertas uno de los peligros más grandes. El daño no está en el alimento en sí, sino en la ingesta entre plato y plato de docenas de kilos de pan, que siempre calentito te trae frecuentemente el camarero.

Evite y dosifique el pan, o preferiblemente elimínelo completamente de su comida, porque normalmente esto viene acompañado de una deliciosa mantequilla natural, que se coloca en la mesa. El picotear pan con mantequilla, puede ser tan calórico como la comida en sí. Cuidado con los acompañamientos. Patatas fritas, pastas, arroces son prescindibles. Alíate con carnes y pescados a la plancha y verduras cocinadas de forma natural.

5) Los entrantes: cuidado. Aunque pruebe los platos especiales de autor, en los restaurantes, evite una serie de entrantes que suelen estar elaborados con mantequillas, cremas, natas y quesos. Evite también un consumo excesivo de carbohidratos por la noche, como la pasta cargada de bechameles, cremas, y quesos. La pasta con mariscos es igualmente deliciosa, y más digestiva. Intente consumir frecuentes ensaladas; pero cuidado con los aderezos que pueden tener quesos, natas, como  ensalada César y otros que llevan elementos tan conflictivos como las nueces, picatostes, y demás aditamentos con muchas calorías como las tiras de bacon fritas.

6) El secreto está en las raciones pequeñas Se pueden probar muchos platos, pero no necesariamente todo el menú. Pescados, mariscos, planchas, y ensaladas y verduras deben estar presente sobre todo en los acompañamientos.  Debemos concentrar nuestra atención en el plato único a la cena, no intentar tomar todo el buffet, y pruebe de todo, pero en platos de postre.

7) Era una recomendación sagrada de muchos grandes nutricionistas. El agua es un gran aliado como depurativo.

8) El tan denostado gimnasio.  Se dice que el gimnasio es un lugar en los barcos, que todos los pasajeros preguntan  al embarcar y se olvidan de él,  tan pronto como el barco zarpa. Intente usarlo lo máximo posible, sin tener que hacer grandes ejercicios y esfuerzos.

Como he dicho en un principio, está usted de vacaciones y no lo conseguirá. Pero sí disfruté de otras actividades más lúdicas; use habitualmente la piscina, camine alrededor de la cubierta varias veces, participe en las actividades deportivas que ofrece el barco, o simplemente desplácese por el barco subiendo y bajando las escaleras. Camine en las excursiones de tierra.

9) Comience el día correctamente. Sabemos que los barcos usualmente son de nacionalidad anglosajona o en todo caso abundan bacon salchichas huevos etc. No comience la mañana con platos tan duros, y vuelva a la dieta mediterránea, y un desayuno típicamente español, que contenga como mínimo frutas, algo de cereales apúntese al pan integral. La bollería no es tu enemigo, sí es tomar un plato lleno.

10) Eventos gastronómicos. No acuda a todos ellos; una dieta sana y variada debe de contener o incluir cinco comidas, con raciones moderadas. En los barcos, sí acudimos a todas y cada uno de los eventos gastronómicos, podemos estar a lo mejor comiendo 7 u 8 veces al día. Incluyendo snacks en piscina, té de la tarde, buffet de medianoche. ¿Realmente necesitamos atiborrarnos de pasteles a las doce de la noche en el buffet antes de ir para cama?, ¿necesitamos cargarnos de pasteles en la hora del té o la merienda?; ¿necesitamos estar pasando por la piscina y tomando pizzas, hamburguesas o helados constantemente? realmente no.

Como consejo general, pero siempre preguntando previamente a tu médico, hay una serie de productos dietéticos que bloquean hidratos de carbono, grasas, o un combinado de ambos. Suelen ser depurativos, y son una ayuda adicional a la hora de consumir más calorías de las necesarias. Suelen ofrecer una absorción de elementos de un 50%.

Y no se obsesione. Solo prudencia, pero disfrute.

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Francisco Camino

Comentarios

Jesus r
@Jesús
Enhorabuena por este primer artículo, con el qué estoy de acuerdo al 100% de los 10, consejos mencionados. Buenos augurios paraesta nueva colaboración. Un abrazo.
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