Ribeira, el corazón palpitante de Oporto.


Ribeira es el barrio más característico de Oporto, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996 debido a sus características que lo hacen único en su género. Está compuesto por calles estrechísimas que trepan por la colina, que desciende abruptamente hacia la orilla del río Duero, que poco más adelante desemboca en el Océano Atlántico.

Precisamente debido a su ubicación en una colina, Ribeira se caracteriza por constantes subidas y bajadas, así que asegúrense de llevar zapatos cómodos ¡y preparen su suerte! La atmósfera de este querido barrio es especial, ya que logra transportar a cualquiera que lo visite atrás en el tiempo varios siglos, gracias a su pavimento empedrado, sus estrechas calles que se entrecruzan como en un laberinto y sus magníficos edificios históricos de color pastel blanco.

Ribeira es fácilmente accesible desde otras partes de la ciudad de Oporto o de Gaia gracias al metro que conecta perfectamente toda la ciudad. En este barrio se alza la Catedral de Oporto, también conocida como Sé do Porto, la iglesia más importante de la ciudad. Data del siglo XII, período en el que los cristianos reconquistaron la península ibérica expulsando a los moros. La iglesia fue construida inicialmente en estilo románico, con dos enormes torres que todavía la hacen parecer más una fortaleza defensiva que una iglesia. Sin embargo, su interior sufrió una importante renovación en estilo barroco a cargo del italiano Nicola Nasoni, quien vivió en Oporto en el siglo XVIII. La parte más característica de la iglesia para mí es el claustro, cubierto de azulejos que representan escenas de la vida de la Virgen María.

A pocos pasos de la catedral se encuentra el puente más famoso de Oporto. La ciudad cuenta con seis puentes que atraviesan el Duero y este puente en particular tiene dos niveles y apenas mide 385 metros de largo. El Puente Dom Luis I es fundamental para conectar Oporto con Gaia y también ofrece vistas panorámicas, así que vale la pena visitarlo y tal vez cruzarlo desde el nivel superior dedicado a los peatones.

En los alrededores también se puede visitar el monumento más importante de Oporto, el Palacio da Bolsa, un edificio neoclásico que data del siglo XIX; así como el Museu da Misericordia do Porto, con una arquitectura vanguardista y al mismo tiempo vinculada a la historia de la ciudad, lo que se evidencia en el hecho de que la estructura está construida con el uso sabio de técnicas vanguardistas de la época y está enriquecida con numerosos azulejos. También es imprescindible visitar la Iglesia de San Francisco, una iglesia gótica construida en el siglo XIV durante el reinado de D. Fernando, en lugar de un modesto templo perteneciente a la orden franciscana, que se había establecido en la ciudad de Oporto en 1223.

Finalmente, si se encuentran en este espléndido barrio, rico en historia, no se pierdan una visita a la estación de São Bento, una de las estaciones más decorativas de Europa, llena de azulejos, baldosas de cerámica pintadas a mano en blanco y azul. Y una curiosidad particular sobre Ribeira es que Enrique el Navegante, el rey que revolucionó completamente Portugal y lo convirtió en una superpotencia naval, nació precisamente en este barrio.

Sin duda, un destino que no deben perderse, pero sobre todo para explorar cuidadosamente y empaparse de su cultura.

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Giorgia Lombardo

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