Oceanwide: En busca del Pingüino Emperador
Existen cruceros, y luego existen cruceros inmersivos marcados por la aventura. El “Weddell Sea – En busca del Pingüino Emperador” propuesto por Oceanwide Expeditions no es una simple navegación entre los hielos antárticos, sino una verdadera aventura polar, posible gracias a un elemento raro y valioso: el uso de helicópteros.
A bordo del buque m/v Ortelius, especialmente equipado para operaciones aéreas en entornos extremos, los pasajeros tienen la oportunidad de sobrevolar los paisajes helados de la Antártida y alcanzar lugares que de otro modo serían inaccesibles por mar o a pie. En particular, el helicóptero es la clave para intentar el increíble encuentro con el pingüino emperador, la especie más esquiva y fascinante del continente blanco.
Weddel Sea
Emperor penguins – credit Alexandra den Dikken
El objetivo del crucero es ambicioso: acercarse a la colonia de aproximadamente 4.000 parejas de pingüinos emperadores que anidan cerca de la isla Snow Hill, en la remota región del Mar de Weddell. Llegar a esta zona no es en absoluto algo garantizado: el hielo marino espeso y las condiciones meteorológicas impredecibles limitan su accesibilidad. Por ello, el uso del helicóptero no es un simple extra, sino un medio indispensable que convierte la expedición en algo irrepetible. Si las condiciones lo permiten, los pasajeros pueden ser transportados en vuelos cortos pero espectaculares hasta un punto de aterrizaje seguro, a unos 45 minutos a pie de la colonia. Desde allí, en silencio y con respeto, se atraviesa el hielo hasta encontrarse cara a cara con estos animales extraordinarios, verdaderos símbolos de la resiliencia de la vida en los confines del mundo.
El viaje comienza en la ciudad argentina de Ushuaia, desde donde el barco parte hacia el sur cruzando el legendario Pasaje de Drake. Durante los días de navegación, el paisaje cambia gradualmente y con él también la fauna: albatros, petreles y fulmares acompañan al barco como centinelas del gran Sur. Al superar la Convergencia Antártica, se entra oficialmente en aguas polares.
Al llegar a las cercanías del Mar de Weddell, toda la tripulación se moviliza para monitorear las condiciones del hielo y planificar las operaciones con helicóptero. Aquí comienza la fase más intensa e impredecible del crucero. Si el hielo lo permite, se intenta el vuelo hacia la isla Snow Hill. Las laderas occidentales del Antarctic Sound rara vez se observan desde el aire, pero ofrecen un paisaje impresionante de estratos de arenisca, coladas de lava, glaciares, icebergs y extensiones infinitas de hielo flotante. No es raro ver pingüinos emperadores y de Adelia sobre las placas de hielo, junto a gaviotas cocineras, skúas y varias especies de petreles. A lo lejos, picos montañosos afilados se recortan contra la nieve, mientras enormes paredes de hielo yacen fragmentadas en las laderas.
Emperor penguins – credit Sebastiaan Schijf
Weddel Sea – credit Ilja Reijnen
Otro punto imperdible es Duse Bay, donde un vuelo en helicóptero puede llevar hasta una elevación rocosa cercana a un antiguo refugio, desde donde se disfruta de una vista privilegiada de la bahía. Aunque en esta temporada el entorno sigue cubierto de nieve y hielo, gran parte del terreno está formado por rocas fragmentadas por el hielo y cubiertas de líquenes de todas las formas y colores, un verdadero espectáculo natural. No menos fascinante es la Isla Seymour, escenario de la histórica Expedición Antártica Sueca de 1901–1904, que soportó inviernos extremadamente duros bajo condiciones polares extremas. Aquí se pueden observar rocas sedimentarias, fósiles y paisajes que cuentan millones de años de historia geológica.
Además de las excursiones en helicóptero, el crucero también incluye salidas en Zodiacs, pequeñas embarcaciones que permiten acceder de cerca a colonias de pingüinos Adelia, papúa y de barbijo, como las de Devil Island, sede de una numerosa colonia de pingüinos Adelia. Quienes estén dispuestos a caminar hasta la cima de una colina rocosa podrán disfrutar de una vista espectacular, con la posibilidad de admirar una cascada formada por el deshielo de los glaciares en los acantilados cercanos.
Brown Bluff es quizás uno de los lugares más escénicos del extremo norte del continente antártico: cañones escarpados, rocas caídas, formaciones volcánicas cubiertas de hielo que quitan el aliento. Aquí se encuentran vastas colonias de pingüinos Adelia, pero también papúa y petreles de las nieves que anidan, ofreciendo un auténtico espectáculo de vida natural. Otra posible parada es Gourdin Island, preferida por los pingüinos de barbijo, papúa y Adelia, que representa una oportunidad más para explorar la rica fauna antártica. Por último, como punto alternativo de desembarco, está la Base Esperanza, una estación de investigación argentina operativa todo el año y una de las pocas colonias civiles del continente. Esta base ofrece una mirada diferente a la vida en la Antártida, entre ciencia y cotidianeidad en un entorno extremo.
Weddel Sea – credit Alexandra den Dikken
Emperor penguins – credit Ilja Reijnen
En la mañana del penúltimo día, el barco alcanza Deception Island para el último desembarco, con posibles visitas a Pendulum Cove o Whalers Bay, lugares de interés geológico e histórico. El horario de salida para el regreso dependerá de las condiciones meteorológicas y del Pasaje de Drake, que pueden afectar la navegabilidad. En los dos días siguientes, durante la navegación de regreso a través del pasaje, será posible observar nuevamente la rica avifauna típica de la región, con una mayor familiaridad que a la ida, gracias a la experiencia adquirida. El viaje concluye con la llegada a Ushuaia, donde se realiza el desembarco.
Esta expedición ofrece así una experiencia completa, combinando observación de la naturaleza, vuelos en helicóptero y desembarcos en puntos de gran interés, garantizando un itinerario dinámico y adaptable a las condiciones ambientales de la Antártida.
No te pierdas novedades, actualizaciones y reseñas de Oceanwide Expeditions en Cruising Journal, con fotos, videos y cruceros en oferta.
