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20 de septiembre de 2025

Existen lugares que parecen pertenecer a otro mundo, territorios donde la naturaleza aún tiene el control total y el hombre es solo un huésped respetuoso. El Ártico es uno de ellos.

Con sus extensas superficies glaciales, montañas esculpidas por el tiempo, silencios infinitos y una luz que cambia a cada instante, este vastísimo territorio ha fascinado a exploradores, científicos y viajeros desde tiempos antiguos. Hoy, gracias a Albatros Expeditions, es posible vivir el encanto del Ártico en primera persona, con una selección de experiencias auténticas e inmersivas diseñadas para transformar cada viaje en un descubrimiento inolvidable.

Cada expedición está pensada para despertar la curiosidad, alimentar el espíritu de aventura y profundizar la comprensión de un entorno frágil pero extraordinariamente rico. Ya sea navegando fiordos remotos, caminando sobre antiguas morrenas glaciares o sobrevolando iceberg brillantes, cada actividad propuesta por Albatros es una invitación a abrir los ojos y el corazón ante la maravilla.

Entre las experiencias ofrecidas por Albatros Expeditions, una de las más fascinantes lleva a los viajeros al corazón del Parque Nacional Gros Morne, en Canadá, a pocos minutos del centro de visitantes de Woody Point. Allí, entre vistas impresionantes y centros de visitantes interactivos, se familiarizan con la geología de una región declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El punto culminante de la excursión es la visita a las Tablelands, una de las pocas zonas en el mundo donde el manto terrestre ha emergido a la superficie. El paisaje, árido y rojizo, recuerda al marciano y cuenta una historia geológica de proporciones épicas, aún más fascinante gracias a la presencia de un experto de Parks Canada que guía al grupo en el descubrimiento de las antiguas fuerzas que moldearon este escenario alienígena.

A lo largo de la costa de Terranova, cobra vida otra experiencia que transporta a los huéspedes más de mil años atrás, hasta la época de los vikingos. En L’Anse aux Meadows, otro sitio UNESCO, se encuentran los restos del primer asentamiento europeo en América del Norte. Allí, Leif Eriksson, hijo de Erik el Rojo, llegó siglos antes que Colón. La experiencia es intensa: se camina entre las ruinas de casas de turba, se observan reconstrucciones de talleres artesanales y se escuchan las historias sobre cómo este sitio fue descubierto por Helge Ingstad y su esposa Anne Stine en los años 60. Cerca también se visita Norstead, una fiel reconstrucción de un pueblo nórdico, donde es posible subir a bordo de la réplica de la Snorri, el barco que simbólicamente evoca el primer viaje transatlántico europeo. Es un viaje al pasado que fascina por su autenticidad y rigor histórico.

Para quienes aman observar el mundo a través del objetivo de una cámara, Albatros Expeditions propone un programa exclusivo de fotografía. Acompañados por expertos fotógrafos polares, los participantes pueden mejorar su técnica y afinar la mirada artística durante talleres y salidas en grupos pequeños. El programa incluye acceso prioritario durante las excursiones, zodiacs dedicadas y acompañamiento continuo para capturar de la mejor manera cada iceberg, ballena o bandada en vuelo. Ya sea que sean principiantes o fotógrafos experimentados, la oportunidad de trabajar lado a lado con profesionales en uno de los ambientes más fotogénicos del mundo representa una oportunidad única.

Sin embargo, el Ártico no solo se observa desde lejos. También se puede vivir a ras de agua, en silencio, inmersos en un paisaje primordial. Las excursiones en kayak ofrecidas por Albatros Expeditions – disponibles tanto en modalidad individual como inmersiva – son de las experiencias más intensas de todo el viaje. Remar entre icebergs flotantes, con focas nadando a tu lado y aves marinas volando bajo sobre el agua, es una experiencia que estimula todos los sentidos. Con equipo técnico proporcionado y guías expertos en kayak liderando cada salida, se tiene la oportunidad de sincronizarse profundamente con el entorno, con total seguridad y el máximo respeto por la naturaleza.

Entre los lugares más emblemáticos de Groenlandia está Kangerlussuaq, un pequeño asentamiento con un pasado sorprendentemente denso. Fundada como base militar americana en 1941, esta ciudad hoy alberga el aeropuerto principal de la región y es punto de partida para dos experiencias realmente sugestivas. La primera es una excursión guiada que narra la historia y evolución de Kangerlussuaq a lo largo de las décadas. Entre antiguas estructuras militares, panoramas impresionantes sobre el fiordo y relatos sobre la cultura inuit, se puede comprender cómo se vive en un lugar tan remoto, donde adaptarse al entorno es una forma de supervivencia y orgullo.

La segunda propuesta, más inmersiva, conduce al majestuoso Glaciar Reindeer. A bordo de un 4×4 equipado para tundra, se atraviesan paisajes solitarios y se observan – si se tiene suerte – renos y bueyes almizcleros durante el trayecto. Después de aproximadamente una hora y media se llega frente al glaciar, un muro de hielo de hasta 60 metros de altura que se yergue como una fortaleza natural. Allí el tiempo se detiene. El silencio solo se rompe por el sonido del agua derritiéndose. Algunas versiones de la excursión incluyen un almuerzo barbecue en el sugerente restaurante Roklubben, con vista al lago. Un momento de convivencia que se funde con la majestuosidad del entorno.

Desplazándose hacia el norte, en la animada ciudad de Ilulissat, se descubre uno de los escenarios más espectaculares de toda Groenlandia: el Fiordo de Hielo Kangia. Este fiordo es famoso por su intensa producción de icebergs provenientes del Sermeq Kujalleq, uno de los glaciares más activos del mundo. Para observarlo en todo su esplendor, Albatros ofrece un vuelo panorámico a bordo de pequeños aviones que sobrevuelan el fiordo, la bahía de Disko y, en los días más afortunados, incluso grupos de ballenas. Los pasajeros se distribuyen cuidadosamente según su peso para garantizar equilibrio y seguridad, y cada ventana es una verdadera pantalla al mundo. El silencio en la altura, junto con la vastedad de los hielos debajo, regala una sensación de humildad y asombro difícil de expresar con palabras.

Otra experiencia sugestiva es la navegación entre los icebergs del famoso fiordo de Ilulissat, en Groenlandia. Este lugar extraordinario, conocido en lengua local como Ilulissat Kangerlua, es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y representa uno de los puntos de origen de icebergs más activos y espectaculares del planeta. La navegación dura aproximadamente dos horas, durante las cuales se desliza entre imponentes bloques de hielo esculpidos por la naturaleza en formas surrealistas, verdaderas catedrales flotantes que se yerguen en el silencio ártico. Las condiciones meteorológicas influyen radicalmente en los colores y la atmósfera: en días soleados el hielo brilla como cristal; cuando el cielo está nublado, los matices se vuelven profundos, con tonos azules que parecen de otro mundo. A bordo de embarcaciones certificadas y acompañados por guías expertos, se aprenden los secretos del fiordo y el papel fundamental del glaciar Sermeq Kujalleq, que alimenta esta majestuosa extensión. Es una experiencia que une contemplación y conocimiento, brindando perspectivas raras y un sentido profundo de conexión con la fuerza primordial de la naturaleza.

Descubrir el Ártico con Albatros Expeditions significa acceder a un entorno extremo y complejo, caracterizado por delicadas interacciones entre ecosistemas, historia e investigación científica. Las experiencias ofrecidas están diseñadas para permitir una exploración consciente y respetuosa del territorio, con especial atención a la sostenibilidad y seguridad operativa.

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Giorgia Lombardo

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